viernes, 26 de agosto de 2011

Queridas Ana y Mía


Demos la bienvenida al mundo twittero a Ana y a Mía. Esas grandes amigas y consejeras con las que todos soñamos  de pequeños. Esas que entienden y comprenden la necesidad de sentirte bien contigo mismo y te dan los consejos más eficaces para lograrlo. Consejos que ninguna otra de las que se dicen tus amigas,o tus padres o tu pareja ,entienden ni respetan.
Llegados a este punto, os estaréis empezando a preguntar si me he vuelto completamente chiflada. Tranquilos, dejad de buscar el teléfono del psiquiátrico más cercano en la guía. Lo que acabo de escribir no son más que los pensamientos del más de millón de seguidor@s que siguen los consejos de este nuevo perfil twitter.
Las grandes Ana y Mía animan  a estos jóvenes a continuar con sus dietas extremas, en las que con comer una manzana al día sienten que han sobrepasado las 30.000 calorías. Un sitio en el que los animan a seguir así dándoles consejos para que la gente no sospeche lo que les ocultan: que están enfermos como cualquier paciente ingresado en un hospital. O peor, dado que en este caso no se dan cuenta de que realmente  lo están. Y que son ellos mismos los que se lo están provocando.
Pero el verdadero problema no es la existencia de Ana y Mía (no me linchéis antes de que acabe la frase) si no el porqué  han surgido. ¿Cómo es posible que en un país como en España se registran cada año mas de 80.000 casos de trastornos alimenticios graves? ¿ Cómo es posible que 80.000 tengan tanta inseguridad como para pensar que si lucen como las modelos que están en la primera página de las revistas, de las vallas publicitarias, de los carteles de los autobuses.
Ahí radica el verdadero problema, cómo seguimos todos como corderitos  esos modelos que nos imponen ¿ quién? Nosotros mismos. Si nosotros no aceptásemos  esos patrones, nunca lograrían tener el éxito que tienen, nunca podrían llegar a dominar nuestras vidas hasta convertirse en una obsesión insana que pudiese atentar contra éstas
Se han escrito cientos y cientos de artículos sobre como en  la sociedad nos estamos autodestruyendo con estos cánones autoimpuestos, sobre como no hacemos más que fomentar la superficialidad de la gente  y despreciamos lo que más importa de ellos, su personalidad, su capacidad, su inteligencia y sus emociones. Nos olvidamos que es lo que realmente hace a una persona ser lo que es y conseguimos que la gente crea que vale más o  menos según la talla de vaqueros que use.
Y por ello, quise  sumarme hoy  a esa lista de artículos, escritos y reinvidicaciones..
 A esa lista de los que ,con los escasos medios que disponemos intentamos abrir los ojos  a todos aquellos que  con una talla 32  les sigue pareciendo que están al borde de la obesidad mórbida.
Dicho esto ,queridas Ana y Mía, sabed que hoy  a la hora de comer voy a ingerir algo que sin duda se encuentra en los más alto de vuestra lista negra, y que sin embargo ocupa los primeros puestos de mis pequeños placeres: una pizza, y además,con extra de queso. Si os queréis venir, vosotras y vuestro millón de seguidores, tenéis una mesa reservada

2 comentarios:

  1. Después de haberlo consultado con mi querida almohada he llegado a la conclusión de que lo único que puedo decirte es: No me puedo creer que haya un twitter que fomente tales cosas y menos que tenga un millón de seguidores.

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